El comienzo de la maravilla

 
 
 

 

La conciencia esta aun adormecida, atrapada en el mundo mental, necesita recuperar la visión. Esto depende que recuerde y acepte su condición celeste. La visión física dada por los ojos de los toros tiene que trasmutarla y acrecentarla,  hasta que le haga recordar quien es: Una poción de la magnificente idea que Dios quiere manifestar en este plano.

 

Mientras sale de la confusión en que se halla inmersa, gotas de Amrita de  Compasión caen sobre ella y en la medida en que recuerda,  el lazo con el mundo físico se torna más fuerte y seguro.

Se integra al concierto de vida para transformar la vida sufriente. Acepta  el legado y el manifestarlo y emprende el camino.

 

¿Quien soy? ¿Porque estoy aquí?

 

Inmersa en este mar de dificultades las gotas del Amrita de Kuan Yin le hacen recordar. Su visión se fortalece en la medida en que los toros le ofrendan sus sentidos para  que experimente.

 

 

ENSEÑANZA

El hombre asocia  sus sentidos físicos con los Órganos de Percepción del yo personal, al hacer esto pierden la posibilidad de ser  Órganos de Conocimiento para la Conciencia.

Hasta no encontrar el camino, los sentidos quedan atados a la forma y la Conciencia impedida de actuar de puente uniendo su condición celeste con la terrestre que es donde debe accionar.

Si no alcanzamos esa instancia los bosques se seguirán quemando porque el yo personal reclama, desde su miope visión mental limitada,  hacer lo que le apetece.